martes, 12 de abril de 2011

Despedida temporal de Poznan


Este miércoles se produce mi vuelta a España para pasar las vacaciones de Semana Santa con la familia y amigos. Con una escala en Berlín hoy, mañana a primera hora cojo un vuelo hacia Málaga, de donde me desplazaré a Sevilla y posteriormente a Huelva, a las costas onubenses.

Estos últimos días en Poznan el termómetro ha aumentado su temperatura sensiblemente; hemos rozado los 25ºC. Buen clima, que siempre es bien recibido, aunque por la mañana cueste digerirlo. Esto se debe a que en Polonia -y tengo entendido que en todo el este de Europa-, las casas y sus respectivas habitaciones carecen de persianas, por lo que el sol entra desde bien temprano y despierta a casi todo el mundo. Al tener pocas clases es relativamente fácil conciliar el sueño de nuevo, pero no sienta nada bien que después de salir la noche anterior, a las 8.30 a.m. o 9 a.m. el sol te desvele.

La gente en mi residencia ha optado por diversos trucos como son el ‘antifaz’, colocar sábanas en las ventanas o recortes de periódicos. Además, no a todos nos afecta por igual. Hay estudiantes más afortunados porque no en todas las habitaciones entra la luz con la misma intensidad.

Cuando la temperatura acompaña siempre se agradece y el pasado sábado disputamos un torneo de fútbol entre residencias. El resultado no fue el mejor posible, aunque habrá una revancha el próximo fin de semana -la cual me perderé-, pero el motivo está más que justificado: unos días en la playita tomando el sol, comiendo buen marisco, paseando por la playa al atardecer y con buena compañía, son la mejor excusa para regresar al hogar.

Poco más que contar desde mi último post. Salidas por la noche, diversas fiestas y poco que hacer a lo largo del día. Planear nuevos viajes es un tema muy recurrente.